El Esclavo de Velázquez de
Se fabula en esta novela la historia del morisco Juan Abonabó Pareja, Juan de Pareja para los cristianos, quien nació ya esclavo porque su padre prefirió perder la libertad a afrontar los riesgos y peligros de la expulsión a principios del siglo XVII.
El amo de su padre solía acogerlo en su palacio porque le agradaba su compañía, y allí trataba de darle instrucción leyéndole libros religiosos y, sobre todo, introduciéndolo en la que era su gran pasión, la pintura que llenaba los corredores y galerías de su residencia.
Siendo Juan ya adolescente, su amo decidió cederle el chico al joven pintor sevillano Diego de Silva y Velázquez, que marchaba a Madrid para hacer carrera en la Corte.
Primero esclavo de casa y después en el taller, Juan pasó prácticamente el resto de su vida al servicio de la familia Velázquez. Incluso acompañó al maestro en su segundo viaje a Italia, donde fue retratado por él.
Sin embargo, cuando su amo don Diego le ordenó que posara para su pincel, Juan fue presa de un gran desasosiego: ¿por qué iba a retratar a un esclavo quien era pintor de la monarquía más poderosa de la tierra? Una razón desvelada finalmente como metáfora del destino de Juan: ser alguien para siempre.
«Se lee con gran deleite, y es además un libro muy instructivo. La evocación de la vida cotidiana en el palacio y fuera de él consigue resucitar brillantemente el espíritu de la época». Jonathan Brown
«(...) hace que el lector asista casi como espectador al proceso de elaboración del retrato».Concha Carrón. El Confidencial
El amo de su padre solía acogerlo en su palacio porque le agradaba su compañía, y allí trataba de darle instrucción leyéndole libros religiosos y, sobre todo, introduciéndolo en la que era su gran pasión, la pintura que llenaba los corredores y galerías de su residencia.
Siendo Juan ya adolescente, su amo decidió cederle el chico al joven pintor sevillano Diego de Silva y Velázquez, que marchaba a Madrid para hacer carrera en la Corte.
Primero esclavo de casa y después en el taller, Juan pasó prácticamente el resto de su vida al servicio de la familia Velázquez. Incluso acompañó al maestro en su segundo viaje a Italia, donde fue retratado por él.
Sin embargo, cuando su amo don Diego le ordenó que posara para su pincel, Juan fue presa de un gran desasosiego: ¿por qué iba a retratar a un esclavo quien era pintor de la monarquía más poderosa de la tierra? Una razón desvelada finalmente como metáfora del destino de Juan: ser alguien para siempre.
©sumadeletras.com
La crítica
«(...) hace que el lector asista casi como espectador al proceso de elaboración del retrato».Concha Carrón. El Confidencial
«Una apasionante crónica histórica, con intermitentes saltos en el tiempo que la dotan de ritmo» Periodista Digital
El autor
Fernando Villaverde nació en Madrid en 1952. Licenciado en Filología Inglesa, enseguida empezó a trabajar en la edición, siempre en el área de la historia del arte y de la arquitectura. Desde 1998 posee su propio sello editorial. Es también traductor, y tiene en su haber más de cuarenta libros traducidos, la mayoría de esos mismos temas. Esta es su primera novela.
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