El Esclavo de Velázquez de
Se fabula en esta novela la historia del morisco Juan Abonabó Pareja, Juan de Pareja para los cristianos, quien nació ya esclavo porque su padre prefirió perder la libertad a afrontar los riesgos y peligros de la expulsión a principios del siglo XVII. El amo de su padre solía acogerlo en su palacio porque le agradaba su compañía, y allí trataba de darle instrucción leyéndole libros religiosos y, sobre todo, introduciéndolo en la que era su gran pasión, la pintura que llenaba los corredores y galerías de su residencia. Siendo Juan ya adolescente, su amo decidió cederle el chico al joven pintor sevillano Diego de Silva y Velázquez, que marchaba a Madrid para hacer carrera en la Corte. Primero esclavo de casa y después en el taller, Juan pasó prácticamente el resto de su vida al servicio de la familia Velázquez. Incluso acompañó al maestro en su segundo viaje a Italia, donde fue retratado por él. Sin embargo, cuando su amo don Diego le ordenó que posara para su pincel, Juan fue