Caricia de Carmín de Éric Fottorino
Félix Maresco es un hombre ordinario, entrado en los cuarenta, cuya vida transcurre sin sobresaltos, al menos en la superficie. Empleado de una compañía aseguradora en París, desarrolla su trabajo basándose en la confianza y en el trato humano hacia los clientes. El día que acude a atender un siniestro por incendio que ha afectado a un piso donde viven una mujer y su hijo de 8 años, la visión de la habitación y los juguetes del niño lleva a Félix a recordar la relación con su hijo Colin de tres años, fallecido a causa de un accidente.
El dia en que Colin empezó a andar, su madre se marcho de casa. Félix ocupó a partir de entonces el lugar del padre y el de la madre ausente. El día en que Colin llama a su madre, Félix no puede resistirse y asume el papel de padre-madre, travistiéndose con peluca rubia y lápiz de carmín. Todo funciona hasta que Marie, la madre real de Colin, reaparece y reclama a su hijo.
Caricia de carmín es el relato de la ternura exacerbada y desmedida de un personaje herido por la confusión de sentimientos y de sexos, cuya autentica dimensión se mantiene oculta hasta la última página en que la verdad aflora con toda su crudeza.
El dia en que Colin empezó a andar, su madre se marcho de casa. Félix ocupó a partir de entonces el lugar del padre y el de la madre ausente. El día en que Colin llama a su madre, Félix no puede resistirse y asume el papel de padre-madre, travistiéndose con peluca rubia y lápiz de carmín. Todo funciona hasta que Marie, la madre real de Colin, reaparece y reclama a su hijo.
Caricia de carmín es el relato de la ternura exacerbada y desmedida de un personaje herido por la confusión de sentimientos y de sexos, cuya autentica dimensión se mantiene oculta hasta la última página en que la verdad aflora con toda su crudeza.
©Tropismos
La crítica
"Caricía de carmín comienza como un melodrama y se convierte en una novela negra, en suspense en el que el desenlace, inesperado y violento roza con lo genial". L'Express
El autor
Escritor y periodista francés, Éric Fottorino ha desarrollado una importante carrera en el diario Le Monde, en el que llegó a ocupar el puesto de Editor Jefe.
En lo literario, Fottorino ha ganado premios como el Femina, el Europe o el François Mauriac, y ha publicado tanto ensayo como novela.
En lo literario, Fottorino ha ganado premios como el Femina, el Europe o el François Mauriac, y ha publicado tanto ensayo como novela.
©Lecturalia.com
"Caricia de carmín" es el primer libro que he leído de Eric Fottorino. Sencillamente delicioso. Es breve, de fácil lectura; con frases cortas pero densas (ya sabemos eso de "lo bueno, si breve...")y con un estilo intimista que sobrecoge. Definida como novela negra, yo apuntaría como rasgo dominante el psicológico, pues el autor va desvelando sutilmente y en pequeñas dosis la psicología de Félix Maresco, el protagonista. Todo ello entramado en un suspense no aclarado hasta el último párrafo de la obra.
ResponderEliminarPor la brevedad y la carga de contenido me ha recordado a "La muerte de Iván Ilich" de Tolstoi.
Me ha parecido una novela de suspense. nod tiene intrigados todo el tiempo. la mezcla de las 3 historias crea la intriga.El dsenlace es muy triste.
ResponderEliminarCARICIA DE CARMÍN, Eric Fottorino.
ResponderEliminarAl protagonista, Félix Maresco, le abandonó su padre, su madre no le quiso, su mujer Marie le abandona también, al final le “abandonó” también su hijo. Son tantos y tan importantes los abandonos que su personalidad no los pudo soportar. Pero lo más importante es la carencia afectiva que padeció durante la infancia, lo demás fue llover sobre mojado.
Dicen que cuando se es padre o madre se reencuentra uno con su niñez. Al ser padre y criar a su hijo, Félix Maresco, echa de menos el no haber perdido/tratado a su padre de niño: “Donde estaban las instrucciones de uso, dónde estaban las palabras que debían pronunciarse, los gestos que debían ser realizados, dónde mi equipo de padre? Había sido un hijo tan poco”. Esa carencia afectiva de padre y madre en la infancia es terreno abonado para que se desarrolle la confusión de sentimientos –Félix dice que ha hallado "una segunda naturaleza" (la de la madre)- en el papel de madre-padre con un amor y ternura excesiva, abusiva, asfixiante, que perjudica al niño: basta recordar las recomendaciones que le hace la directora de la guardería. Y también perjudica al padre-madre: “Es tan pesado, tan agotador, el amor de un niño, el amor que da y lo que es necesario devolverle, promesas a espuertas", sobre todo para una persona que jamás conoció a su padre y nunca fue querido por su madre.
El desenlace trágico de la relación del personaje Félix con su hijo nos trae a la mente, aunque la mayoría de las veces de forma exagerada, las difíciles relaciones con la pareja y los hijos en las separaciones, a veces se da violencia de género. El desenlace trágico de la obra nos trae a la memoria el caso de los niños Ruth y José y su padre José Bretón.
El primer indicio del descubrimiento del final trágico se encuentra en la página 76: “Toda mi vida se ha detenido como un reloj a la hora del crimen. Estoy condenado al tiempo. Mi pena consiste en verlo pasar” La primera sospecha de que el accidente no ha sido fortuito aparece en el capítulo XVII: “La calle estaba desierta, despejada. Por lo que parece el conductor dio un bandazo subiéndose a la acera y así fue como embistió a Colin. Pero, ¿por qué esta maniobra sin sentido? ¡No tenía ningún motivo para perder el control de su vehículo!”. Después aparece que les vigilaba (a Marie y a su hijo)... y empezamos a sospechar...
Aparte de la intriga, lo que queda patente en la obra es el proceso de formación de los sentimientos, de las razones, de la desesperación del personaje Félix Maresco. “Éste, en su paranoia, no ve que sus estrategias de seducción son manifestaciones de debilidad, una debilidad que, al ser descubierta, no será perdonada ni por la inevitable crueldad de los niños ni por el propio Maresco”.
A la vista de lo anterior, ¿Se podría pensar que en los últimos 30 años, en general, los padres han cedido ante los hijos a la hora de educarlos? Sobre todo en la adolescencia. Es un buen debate.
Ayer terminé este libro, lo recomiendo por su fácil lectura,frases cortas, con mucho sentido. El libro me ha gustado, pero a la vez me ha dejado un poco "mal", a veces se hacen cosas por obsesión y un amor malentendido, quererse "ganar a alguien" de forma impulsiva y obsesiva puede llegar a hacer perder a uno mismo su identidad y volverse "masoca" o "medio loco" por conseguir un objetivo, el amor no se gana vendiendo tu dignidad....aún así, se lee fácil, son 140 páginas diferenciadas por 25 capítulos cortos y se le saca jugo.
ResponderEliminarme ha encantado, pero ha sido triste la verdad....