El bello verano de Cesare Pavese

Escrito en la primavera de 1940 y publicado en 1949, "El bello verano" es, como afirmó el mismo Pavese, "La historia de una virginidad que se protege", el relato de la pérdida inevitable de la inocencia. Con el trasfondo de un Turín gris y crepuscular, va devanándose el doloroso proceso de la madurez de una ingenua adolescente: en el ambiente corrupto y sin reglas de la bohemia artística turinesa, Ginia se enamora de un joven pintor por el cual, tras resistencias interiores y remordimientos mal disimulados, se dejará seducir. Es el inicio de un amor deseperante, cargado de expectativas e ilusiones vanas, destinado a durar lo que dura una estación. Una novela intensa y delicada que narra la iniciación a la vida en la etapa que marca, con el descubrimiento de los sentidos y de las tentaciones, el paso de la adolescencia a la madurez y a la conciencia del propio e inevitable destino.  © Pre-textos

El autor
Poeta, novelista y traductor  italiano nacido en Santo Stefano Belbo, en 1908.
Cursó los primeros estudios en Turín bajo la orientación de Augusto Monti quien fuera figura relevante del antifascismo. Obtuvo la Licenciatura en Letras en 1932, y antes de dedicarse a la poesía trabajó como editor y traductor de Melville y Anderson. En 1935 fue detenido  por su actividad política y confinado en Brancaleone Calabro. Un año después regresó a Turín, se afilió al partido comunista, tradujo a John Dos Passos, Gertrude Stein y Daniel Defoe, y  publicó la obra "Trabajar cansa".
Entre 1936 y 1950 produce una parte muy importante de su obra, con títulos como "El oficio de poeta", "Diálogos con Leuco", "Vendrá la muerte y tendrá tus ojos", "El oficio de vivir"  "La casa en la colina" y "La luna y la fogata".  Agobiado por la depresión y el desengaño, se quitó la vida en agosto de 1950. © amediavoz.com

Comentarios

  1. La cadencia lenta del libro hace sentir que no sucede nada, pero entre líneas se deslizan muchas sensaciones. Los personajes desnortados se van metiendo en el corazón, con el telón de fondo de un Turín gris y moribundo.

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  2. Mª Victoria Nieto Sánchez10 de febrero de 2012, 19:53

    Pavese contrapone en esta deliciosa obrita dos personajes femeninos -Ginia y Amelia- que van mostrando distintas actitudes ante los prejuicios sociales de los años cuarenta. Ambas protagonistas se mueven en el mundo decadente de la bohemia pictórica turinesa.La acción se diluye lentamente, centrada principalmente en cada una de las psicologías femeninas.

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  3. “El bello verano” (1949) de Césare Pavese me ha parecido una novela muy cinematográfica. No puedo por menos y mencionar una película del movimiento neorrealista italiano, que me causó una emoción similar a este relato, cuando la vi, ya hace mucho años, se trata de El ladrón de bicicletas (1948) del cineasta Vittorio de Sicca. La parquedad del lenguaje utilizado (con ausencia de adornos, casi minimalista), la pobreza, la lucha por la existencia, el telón de fondo urbano de una ciudad gris y crepuscular, la soledad de los diferentes personajes, la enfermedad etc. Me parecen temas recurrentes y paralelos encontrados entre ese cine de post guerra italiano y esta novela.
    Me han encantado del libro que nos ocupa los diferentes detalles plenos de belleza plástica encontrados a lo largo del relato alusivos a la pintura. Por ejemplo, en un momento dado en que Ginia (la protagonista) entra en el estudio de su amigo pintor Guido, y observa como la luz incide sobre los objetos y los transforma, o la advertencia, del también retratista bohemio, Rodrigues, a Ginia sobre la apreciación de que lo que está viendo en la mesa, no son despojos de una comida frugal, sino una “naturaleza muerta”.
    Resumiendo creo que esta novela es muy peculiar en cuanto a los tipos literarios de mujeres que retrata, muy libres (Amelia) o que intentan serlo (Ginia), impensables en la España de estos mismos años.
    Hemos leído en ese club a Italo Calvino (El barón rampante), Natalia Ginzburg (Pequeñas virtudes), y Cesare Pavese , compañeros de trabajo, amigos, coetáneos, pero con diferentes puntos de vista a la hora de enfrentarse a la tarea de escribir, pero lo que sí es común a los tres es la poética especial que envuelve sus creaciones literarias.

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