El cajón de los pelos de Emmanuelle Pagano
No se podía hablar de mi vecina, ni siquiera a sus espaldas. Tampoco se podía hablar con ella. No había pedido permiso para quedarse embarazada. Además, hacía muchas otras cosas sin autorización. Creo que saltaba por encima del portón, cuando todavía no le dejaban tener su propia llave. Yo no, pero me escondía para escribir, porque no estaba muy segura de que eso estuviera permitido.
Yo miraba al hijo de mi vecina, todo torcido en su cochecito, con las órbitas llenas de sol, y me preguntaba qué prohibición le impedía moverse, ver, oír, hablar, levantar una mano para limpiarse la boca. Miraba a su madre y la admiraba a escondidas. La admiraba por haber hecho eso, un crío prohibido que babeaba y encajaba todo el cielo en sus ojos.
He escrito esta historia sin permiso, ni siquiera el de él, ni siquiera el de su madre, sólo para decir con retraso qué guapo tu hijo, al cruzar el patio antes de abrir el portón.
«Emmanuelle Pagano es tan sincera como cercana… Son pocos los libros que se releen apenas se han terminado, como si nunca quisiéramos cerrarlos» (Le Monde).
«El cajón de los pelos es un libro extraño y terrible, en el que la narradora, que no dice jamás su nombre, no es quién creemos que es. Escrita con un tono neutro que le aleja del melodrama, esta historia sugiere con delicadeza el nacimiento, en el ocaso de la vida, de un amor maternal» (Elle).
Yo miraba al hijo de mi vecina, todo torcido en su cochecito, con las órbitas llenas de sol, y me preguntaba qué prohibición le impedía moverse, ver, oír, hablar, levantar una mano para limpiarse la boca. Miraba a su madre y la admiraba a escondidas. La admiraba por haber hecho eso, un crío prohibido que babeaba y encajaba todo el cielo en sus ojos.
He escrito esta historia sin permiso, ni siquiera el de él, ni siquiera el de su madre, sólo para decir con retraso qué guapo tu hijo, al cruzar el patio antes de abrir el portón.
©http://www.lenguadetrapo.com
La crítica.
«Un libro arriesgado, cuya lectura nos trastorna, desarma e interroga, para al final proporcionar al lector una sensación de felicidad. Si la lectura tuviera que jugar un papel, sería quizás éste»(Telerama).«Emmanuelle Pagano es tan sincera como cercana… Son pocos los libros que se releen apenas se han terminado, como si nunca quisiéramos cerrarlos» (Le Monde).
«El cajón de los pelos es un libro extraño y terrible, en el que la narradora, que no dice jamás su nombre, no es quién creemos que es. Escrita con un tono neutro que le aleja del melodrama, esta historia sugiere con delicadeza el nacimiento, en el ocaso de la vida, de un amor maternal» (Elle).
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