Lili, una joven francesa que llega a Alaska, la última frontera, para realizar un sueño que es casi una obsesión: embarcarse en un pesquero por el inhóspito Pacífico norte. A bordo del Rebel, Lili tendrá que superar toda clase de dificultades, desde la dureza del clima hasta los recelos de la tripulación, un grupo de hombres de pocas palabras y mirada hosca. El cielo gris lo cubre todo, el agua de las olas se mezcla con las escamas de los peces que bailan su danza macabra en cubierta. Son días enteros de mal comer, noches de mal dormir, con las manos heridas y la mirada fija en el horizonte. En el puerto solo la espera el humo de un pub que sirve cervezas baratas, pero allí está Lili con su cara curtida. Entonces, ¿por qué Alaska, por qué el mar, por qué ese ir y venir constante entre el riesgo absoluto y el tedio? Mejor no hacer preguntas y seguir leyendo esta novela dura, llena de fuerza y valentía, que ha nacido de una experiencia real y ha llegado hasta donde se acaba el mundo